Este fin de semana, Pedro Gracia y la que esto escribe hemos participado en la tercera edición del Zumaia Flysch Trail. Es una prueba de 30,5 km con 1.370 m de desnivel acumulado que recorre acantilados, prados y bosquetes en el municipio de Zumaia (Guipúzcoa). La carrera ha sido este año Campeonato de Euskadi de clubes. Por ello, 419 de los 537 corredores inscritos procedían de Euskal Herria.
Me planté en la línea de salida con más miedo que vergüenza, un tanto arrepentida de haberme inscrito al tuntún hace un par de meses, sin valorar la dificultad de la carrera ni mi estado físico para afrontarla. Nunca había corrido más de 23 Km por montaña, de modo que Zumaia suponía mi debut en esta distancia. Imaginaba que lo más duro sería el kilometraje, aunque finalmente mis enemigos fueron el barro, muy abundante en algunos tramos, y la elevada humedad ambiental. Por suerte, el día salió nubladito y la temperatura era soportable, en particular en las zonas más altas.
Mi idea era salir tranquila para reservar fuerzas hasta el kilómetro 20 y, una vez allí, valorar el ritmo a seguir en los últimos 10,5 km. El primer tercio salió algo rápido y pasé por el Km 10 en 1h10 min, aproximadamente. La humedad era alta y no estaba acostumbrada al terreno embarrado. Entre los Km 16 y 19, la organización nos obsequió con algún tramito boscoso con muchísimo barro, tipo película de Rambo (sin Rambo) o Parque Jurásico (los dinosaurios brillaron por su ausencia, menos mal). Bajé ligeramente el ritmo y llegué muy entera al km 20 cuando el reloj marcaba algo menos de 2h 30min. Quedaban aún dos subidas duras en los Km 26 y 29, pero las piernas iban fuertes, las sensaciones eran buenas y decidí dejarme llevar.
El tramo desde el Km 20 hasta el 29 se me hizo corto, llevadero, olía ya la meta y me sentía muy feliz por las sensaciones y el desafío casi vencido. La subida del Km 29, antes de llegar al pueblo, era la peor del recorrido, con una pendiente cercana al 30%, aunque me atreví a correr en la primera parte y los gritos del público me llevaron en volandas hasta la parte más alta. “¡Aupa Neska! ¡Oso Ondo! ¡Mucha fuerza!”
El tramo desde el Km 20 hasta el 29 se me hizo corto, llevadero, olía ya la meta y me sentía muy feliz por las sensaciones y el desafío casi vencido. La subida del Km 29, antes de llegar al pueblo, era la peor del recorrido, con una pendiente cercana al 30%, aunque me atreví a correr en la primera parte y los gritos del público me llevaron en volandas hasta la parte más alta. “¡Aupa Neska! ¡Oso Ondo! ¡Mucha fuerza!”
La animación ha sido lo mejor de esta prueba, más aún que las vistas y los parajes recorridos. El público vasco anima al corredor desde el corazón y esa fuerza se percibe en carrera. Son capaces de caminar varias horas para llegar a lo más alto y recibir a cada uno de los participantes con una sonrisa y una palabra especial de aliento. Aunque el público anima un montón, los corredores euskaldones son de lo más calladito. No había manera de entablar conversación, van concentrados y no gastan ni una migajita de fuerzas más de lo estrictamente necesario. Los voluntarios merecen mención especial, siempre atentos y entregados. Eso sí, me habían comentado que los avituallamientos en Euskadi son como bodas y eché en falta algún pinchito acompañado de txacolí. Qué decepción ;)
Las llegadas a meta suelen resultarme pesadas, aunque esta fue especial. Me encontraba pletórica, con las piernas casi intactas y mucha energía, el terreno ya era asfalto y recorrí esos últimos 1.500 metros con la carne de gallina por la animación en las calles de Zumaia. “¡Aupa Neska!” “¡Ánimo, valiente!”. Me lancé hacia meta en un sprint fuerte, volando, para susto de alguno que llegaba ya tocadillo después de tanta tralla. Pasé bajo el arco en 3h 43min, en posición 14ª de la general femenina y 10ª en mi categoría (40 corredoras), sin ser consciente aún de haberme vencido a mí misma y haber convertido lo imposible en una realidad en tan solo 10 meses correteando por la montaña. Pedro había entrado hacía un buen rato, en 2h 48min, logrando un fabuloso 5º puesto en la categoría de Veteranos (a solamente 30 segundos del tercer puesto) y 43º en la general de la prueba. Hizo un carrerón entre tanto mozalbete de Bilbao. Claro que por sus venas también corre sangre vasca, como revela su segundo apellido, Garmendia (que, según nos dijeron, significa algo así como “Monte de Fuego”. Enllevando un apellido asín, tiene que resultar muchísimo más fácil correr bien por montaña. Creo)
En fin, una carrera muy recomendable, disfrutona, por terreno diferente al que estamos acostumbrados, de organización impecable y con un ambientazo increíble. Habrá que repetir …
El podio lo ocuparon Aitor Osa, Walter Becerra y Luis A. Hernando y Ana Conde, Nuria Domínguez y Montserrat Vázquez. En cuanto al Campeonato de Euskadi de clubes, la victoria ha sido para el Sestao A.C.
Clasificación general: http://es.scribd.com/doc/59769147/364-GENERALFLYSCH
Web de la carrera: http://www.zumaiaflyschtrail.com/?lang=es
Web de la carrera: http://www.zumaiaflyschtrail.com/?lang=es
Belén

