martes, 9 de agosto de 2011

EL EQUIPO CONQUISTA LA SIERRA DE GREDOS














Cómo ya sabéis, el equipo de carreras del club estuvo en Ávila este fin de semana compitiendo. El sábado 6 de Agosto se celebraba la V Subida por la Calzada Romana.

Esta carrera nos la recomendaron algunos compañeros del club y vamos a tener que agradecérselo. La salida se daba en Cuevas del Valle y subía por la Calzada Romana hasta el Puerto del Pico. Se salvaban casi 700 m de desnivel a lo largo de 4 km y 400 m de un precioso valle de la cuenca del Tietar, en la zona sur de la sierra de Gredos.

Hasta allí nos desplazamos 16 corredores del club, José Javier, Iván, tres de nuestros Pedros (Gracia, Rosado y Rodríguez) Álvaro, Pablo, Clemente, María José, Paco, Paloma, Dani, Mónica, Alicia, Alfonso y el que escribe. Nos acompañaron las mejores “azafatas de la montaña” (Concha y Marta) esta vez acompañadas por María, la mujer de Alfonso y una amiga. También anduvieron por allí dos buenos amigos que ya se han apuntado otras veces a nuestras actividades, Paloma García y Chinoto; y Belén que se pasó por allí a animarnos después de coronar por la mañana el Almanzor.

Más o menos sobre las 18h estábamos ya todos en la Plaza de Cuevas del Valle, con nuestros dorsales y nuestros cuerpos serranos. Besos, saludos, buenos deseos, un poco de calentamiento y ya estamos en el arco de salida dispuestos a darlo todo. Nos ponemos en las primeras filas como los buenos, al lado de un etiope al que nos dan ganas de darle un bocadillo (luego ganó la prueba) y de los dos chicos que quedaron 2º y primero el año pasado. Por ahí andaba también la chica que ganó el año pasado (que repitió este año)

A eso de las 19h dan la salida y como si nos hubieran puesto un petardo en el culo, salimos todos como alma que lleva el diablo. ¡Vaya ritmo para empezar! Las primeras rampas comienzan a los 100 m de la salida por una preciosa calle del pueblo. En seguida pierdo de vista a los primeros, entre los que se encuentran Alfonso, José Javier, Pedro Gracia, Clemente y Pedro Rodríguez.

El recorrido es agónico, no te permite un solo descanso. El pelotón se empieza a estirar y cada uno va cogiendo su ritmo. Durante los primeros 2 km aún puedo ver a Pablo (¡Joder con el cadete como corre!) y a Maria José que van por delante de Mónica. Yo voy un rato con el otro hijo de Pedro Rodríguez, Álvaro, un poco más atrás. No veo a Iván que va por delante de Zazo.

Al rato Álvaro me deja atrás (¡Joder con los niños!) Mientras yo, sin saberlo, voy perseguido de cerca por Pedro Rosado, “el niño de la sidra”. Más atrás las dos Palomas, Alicia y un entregado Dani, al que este fin de semana ha engañado su santa esposa y le ha puesto a correr con la excusa de que son sólo 4 km. Ja! Pero vaya 4 km.

Al final, Dani se lo curró y sin entrenamiento ninguno acabó muy decentemente la carrera.

A mitad de recorrido María y su amiga (espero que perdone que no me acuerde de su nombre), nos animaban al pasar a su lado. Nosotros a lo nuestro, seguíamos mirando hacia arriba, con la vista puesta en la cruz que corona el puerto, que se encuentra entre el Torozo a nuestra derecha y una terrible cicatriz a nuestra izquierda: el monte que se quemó hace dos años. Fue en un incendio que se extendió por parte del Valle del Tietar, mató a varias personas y nos hizo recordar que todavía hay desalmados que siguen provocando incendios. Viendo los árboles quemados tan cerca del pueblo te haces una idea del horror que tuvieron que sentir los habitantes del pueblo viendo acercarse las llamas a sus hogares.

Seguimos subiendo, cruzamos en dos ocasiones la carretera que sube al puerto, pasamos el 2º avituallamiento y nos plantamos en una bajadita suave y corta que precede al repecho final. El calor es agobiante y el grado de humedad nos hace sudar a base de bien. Aunque después nos dijeron que tuvimos suerte, que el año pasado se corrió a 37 grados!!!

Yo que me había ido regulando toda la subida decido hacer mi último esfuerzo y aumento el ritmo todo lo que puedo hasta llegar a meta. ¿A quién veo el primero animandome con una sonrisa de oreja a oreja? Sí, lo habéis acertado a José Javier. Este chico es un cielo animando y entregándose a los demás.

Mientras me como 5 ó 6 rodajas de sandía que nos dan los de la organización, voy recuperando y viendo a los compañeros. Me quito el chip y se lo doy a una chica jovencita de la organización, que tiene unos ojos de gata que deben causar furor entre los chavales del pueblo.

José Javier se acerca a mi y me dice al oído, bajito, con misterio… Tío! Al año que viene no nos van a dejar venir. Yo, inocente le digo, ¿qué ha pasado? Y con esa sonrisa pícara que tiene, me contesta: que no les hemos dejado ningún premio je, je, je…

A pesar de la exageración, JJ no andaba muy descaminado. De 260 corredores, Alfonso 4º de la general (a 10s del podio), Chinoto 5º, José Javier 6º, Pedro Gracia 7º (1er Veterano A), Clemente 10º (9º Senior), Pedro Rodríguez 13º (1er Veterano B), Iván 19º, Pablo 2º Cadete, Zazo 1ª Veterana (3ª chica de la prueba), Álvaro 5º Cadete, Yo mismamente 8º Veterano, Mónica 3ª senior, Pedro Rosado 23º senior, Paloma García 2ª Veterana, Paloma Mallorquín 5ª Senior, Alicia 3ª veterana y Dani que se ganó la botella de sidra que daba Pedro Rosado (¿os acordais? “El niño de la sidra”) al farolillo rojo del grupo.

Después, cómo no, recuperación/hidratación en el bar de la plaza y retirada, cada uno a lo suyo. Un grupete se va a casa (algunos viven/veranean por la zona), otro se va a la zona donde mañana comenzarán una súper excursión al Almanzor por las Canales Oscuras y otros nos vamos a Venta Rasquilla a ver si es cierto que el chuletón de Ávila está muy bueno. Os lo puedo decir… está muy bueno. A la mañana siguiente, JJ sale a hacer un rodaje corto de 50 km que tiene como entrenamiento del Ultra Trail del Mont Blanc. Me duele solo de pensarlo. El grupo de machacas al amanecer salen hacia el Almanzor. Luego sabríamos que la ruta les llevó mas de 11h, pero que lo pasaron muy bien y les pareció preciosa… y que también habían dado buena cuenta la noche anterior del chuletón de Ávila. Si es que este equipo, como ya se ha dicho, va a tener que abrir una sección gastronómica.

Mi grupeta no madrugó mucho y desde Guisando subió a La Mira y pudo disfrutar de unas preciosas vistas del Circo de Gredos presidido por el Almanzor y de Los Galayos. Después vuelta a Madrid.

El balance del fin de semana no puede ser mejor. Buena compañía, buena carrera, buenas viandas, buena excursión al día siguiente, feliz regreso.

¡No se puede pedir más a un fin de semana!

- Muso -

viernes, 5 de agosto de 2011

V OLLA DE NURIA

El passat diumenge dia 17 de juliol es va disputar la cinquena edició de l'Olla de Núria...

¡Uy perdón! Es que no veas como te influye un fin de semana en Gerona.

Pues eso, que estuvimos en el Valle de Nuria corriendo una carrerita de las que dejan huella. No era excesivamente larga (21,5 km) pero el desnivel (casi 2000m positivos) y la altura a la que se corría (el 75% de la carrera discurre a más de 2700m de altitud) la endurecen bastante. Y por si eso fuera poco, hizo un viento huracanado en las cumbres, además de que se metió una tormenta y los que llegamos más rezagados nos mojamos bien.

Todo empezó el viernes sobre las 16h cuando dirijimos nuestros vehículos hacía la bonita cordillera de los Pirineos. Ocho horitas de camino nos esperaban. Tuvimos suerte porque a pesar de que era plena operación salida de la segunda quincena de Julio, no pillamos nada de atasco. Paramos a unos 150 km de nuestro destino (Ribes de Freser) para tomarnos un bocata en una gasolinera perdida de la mano de dios y que además estaba cerrando.

Llegamos al hotel pasadas las 12 de la noche. Allí nos esperaban dos jovenzuelas de unos 80 años para cerrar el hotel; súpermajas, súper atentas y súper entrañables, que nos trataron como si fueramos sus nietos.
A la mañana siguiente nadie puso el despertador, ¿nadie? Bueno, un irreductible galo (José Javier), salía a las 7:30am a seguir con su entrenamiento para el UTMB (Ultra Trail del Mont Blanc), junto con su hermano Iván. ¡Qué moral! Los demás nos fuimos desperezando poco a poco hasta que más o menos a las 11 nos sentabamos en la terraza del bar que estaba a 15m del hotel. Dimos buena cuenta de unos bocadillos y nos fuimos a dar una vueltecilla por un precioso pueblecito cercano, Pardines de nombre y muy bien conservado.
Después del paseito vuelta al bar/restaurante cercano al hotel para comer. Cómo no tenía televisión, salimos corriendo para ver a Samuel Sánchez llegar segundo a Luz Ardiden, pero sacando unos segunditos preciosos a los favoritos a ganar el Tour.

A todo esto, nos enteramos de que Galindo y Marisa habían reventado una rueda de la autocaravana y habían destrozado parte de los circuitos. Vamos que venían contentos, sin agua, sin aire acondicionado, sin cocina... Hicieron un apaño “Macgyver” con un chicle, cinta americana y los cordones de las zapatillas y llegaron sanos y salvos a nuestra vera.
Por nuestro lado, despues de una buena siesta, nos dimos un paseito por Ribes de Freser, nos reunimos con nuestros accidentados y fuimos a cenar al hotel. Allí nos juntamos los corredores con el equipo de apoyo, indispensable en estos viajes: Iván, Germán, Concha, nuestra animadora numero uno, con sus hijos Álvaro y Pablo; y Marisa otra de nuestros alientos que no tienen precio. Luego a acostarse prontito, que a la mañana siguiente había que coger el tren de cremallera a las 6:30 horas.

Domingo 17 de Julio, el día “d”, 6:15 salimos con los coches hacia Queralbs, población desde la que teníamos que cojer el tren que ponían a los corredores, mientras todos nos preguntabamos porque no saldría también desde Ribes que tiene estación. Cuando llegamos a Queralbs era imposible aparcar en el parking de la estación y dejamos el coche en la cuneta de la carretera, como tuvieron que hacer decenas de coches más.

A las 6:30, con puntualidad británica, salía el tren que no iba lleno, sino lo siguiente. Más de la mitad de los corredores fueron de pie durante los 30 minutos que dura el, por otro lado, precioso recorrido hasta el Valle de Núria.

Llegamos al Valle a través de un tunel que al otro lado tenía un pequeño paraiso. Un lago redeado de cumbres cercanas a los 3000 m, verde y florido con el imponente Santuario de la Virgen de Núria presidiendo el escenario. Allí en 1931 se redactó el primer estatuto de autonomía catalán. Ahora además tiene un complejo comercial, un hotel y una estación de esquí.
Nos bajamos todos del tren y nos dirigimos como borregos a la recogida de dorsales. Mogollón!! Somos 650 corredores. Pienso, vamonos a desayunar y luego venimos a por el dorsal (la carrera no empezaba hasta las 9), pero no sé porque extraña razón no lo hago. Ni yo ni el resto. Será el instinto de haz lo que haga la gente, no sé.

Al final son sólo unos minutos y ya estamos todos con los dorsales, los chips y con las ganas de hacer aguas menores y mayores propias de los nervios pre-competición. No veas como estaban los escasos servicios. Me sorprendo viendo el servicio con una cola de más de 15 chicos esperando para sentarse en la taza, porque los “meodromos” estaban libres. Pero es que el servicio de las chicas estaba vacío!!! ¿Qué pasa aquí? ¿Hemos cambiado los papeles? No. Es que quizás las chicas no lleguen ni al 10% de los corredores. Me recuerda una mente preclara (Jo, Galindo que avispao eres!)

Ahora llegaba el momento del “briefing” (charla previa a la carrera en la que informan de datos técnicos, meteorología, avituallamientos, etc.) Y no lo pongo así por capricho. Así lo ponían los de la organización por todos los lados. Lo que pasa es que se olvidaron de que esa palabra inglesa podría hacer suponer a los corredores de otros países que iban a entender algo. Lástima que sólo dieran la información en catalán, olvidándose de rumanos, italianos, franceses, españoles… ¡Pequeño fallo de la organización de una carrera internacional!

Bueno, nosotros nos instalamos en el bar que abrieron para el desayuno de los corredores, perfectamente atendido por dos “empanaos” de cuidado. Después de comer, beber, ca…r, mear… nos dirigimos hacia la zona de salida. Un poquito de calentamiento, una fotito de grupeta, las últimas meaditas, los últimos ánimos y deseos de suerte. Nos ponemos muy adelante y vemos a los galgos y galgas que calientan. Mireia Miró la gran favorita (luego ganaría la prueba) parece un avestruz con sus largas piernas y un plumas con el que está calentando. Miguel Caballero nos pasa por delante, con esa cinta en la cabeza que les ha puesto una conocida marca deportiva. La hermana de otro de los grandes favoritos, Ionut Zinca (qué también ganó la prueba) nos hace una foto a algunos del equipo en posturita.

Con un retraso de 15 minutos dan la salida. Nos hacen dar una vuelta alrededor del santuario, para estirar al grupo y que los primeros no se taponen en las primeras estrecheces del recorrido. Ellos no sé, pero los que vamos hacia la mitad del grupo nos tenemos que detener al paso por un puente. ¡No cabemos todos!

Comienza la primera ascensión. La más larga, la más dura, la que nos va a situar en la cuerda que rodea el valle. Ascendemos casi 1000m en 5km. Toma ya! Un Km vertical para empezar. Arriba nos espera la cruz que señala la cumbre del Puigmal (2.910m) y un pasillo de gente animando. No es Zegama, pero mola ver tanta gente animando, sobretodo porque están soportando un viento del carajo.

Yo he parado a hacer algunas fotos y me he quedado un poco retrasado de Mónica. Agustín ya ha pasado de mi ritmo “quitanieves” y por delante van Galindo, JJ, Pedro y Mariajo. Detrás veo a la pizpireta de Paloma a su ritmo y sonriendo mucho. Parece que se lo está pasando bien, pienso.

Cuando llego arriba el viento me ha castigado, me he puesto el corta idem y me he parado en el avituallamiento. Bebo un poco de sales y sigo p’adelante. Sube aquí, baja allá, sube otra vez, vuelve a bajar… y así todo el rato hasta el km 17 que comienza la bajada de verdad. Lo malo es que yo desde el km 12 o así ya iba con calambres en adductores, femorales, cejas, parpados, dedos de los pies y hasta en el poco pelo que tengo. No sé que me pasa pero tengo que parar cada dos por tres a estirar, pero no vale. No sé si será la altura o que me he pasado de rosca en la primera subida. No lo creo, pero es que no me había pasado esto nunca.

Sufriendo, azotado por rachas huracanadas, me dan ganas de tirar hacia la meta por el primer barranco que vea que baja al valle. Me aguanto y decido terminar como sea. Adelanto en las bajadas a los que luego me adelantan subiendo. Llego bastante tocado a la bajada y para colmo empieza a diluviar. Hosti, tú! El aire hace de las gotas alfileres que se clavan como agujas. Sigo bajando a ritmillo. Vaya, parece que aguanto. Hasta que el gemelo toma la palabra y me dice: basta ya, tío! ¿No te has enterado de que llevo avisándote un buen rato?

Pero como soy muy cabezón, el gemelo tiene que actuar para que sea realmente consciente. Pruebo con mi cuerpo la dureza del monte gerundense y me quedo tirado como un escarabajo sin poder estirar mi gemelo que está completamente contracturado. Pasa a mi lado San Corredor (no supe como se llamaba, ni lo volví a ver, si no, le doy un morreo en la meta) que me ayuda a estirar y empiezo a ver la luz. Decido hacer lo que me queda de bajada andando. El “latigazo” que me ha dado el gemelo ha sido importante y no quiero fastidiarlo más. ¡No mola nada acabar andando una carrera!

Pero cuando llego al último tramo de bajada, muy pino, por una pista de esquí… ¿Qué ven mis ojos? ¿Me persigue un cervatillo? ¿Una gacela saltarina? ¡No! Es Paloma, que llega con una sonrisa de oreja a oreja, con un trote saltarín y con una buena cara que me anima a acabar corriendo con ella y poder terminar de una manera un poco más decente.

En la meta, como siempre los ánimos de “JJ”, Agustín que se había torcido un tobillo pero acabó en buenos puestos, David Galindo que entró el 21º que para un campeonato de Cataluña está más que bien, Mª José 11ª (que entró junto a Pedro que se lo tomó con filosofía por sus lesiones), Mónica 14ª. Y allí llegábamos Paloma y yo, 4 horas más tarde de que dieran la salida.

Después de esto me pase 1 hora buscando las duchas. Nadie sabía decirme donde estaban. Cuando las encuentro, casi me da algo. Aquello era un cuartucho lleno de agua por el que salía hielo líquido de los grifos. Me lavo como puedo y me decido a volver a la zona de meta donde daban una salchicha a la parilla estupenda. Justo antes de ponerme a la cola para pillarla me cogen de las orejas todo el grupo y me arrastran hacia el tren. ¡Nos volvemos! Sino, tenemos que esperar una hora al siguiente. Mi gozo en un pozo. Casi ni me puedo duchar y me quedo sin comida. ¡Snif!

Volvemos en un tren más abarrotado que en la subida. A nuestra lado está Ionut Zinca (el ganador de la prueba, sufriendo el viaje de pié como todos los demás. Llegamos a Queralbs y salimos corriendo para Madrid, que aún nos queda mucho viaje por delante.

Buen balance, nos hemos reído, hemos visitado lugares preciosos, nadie se ha lesionado de gravedad y al final de la prueba Mariajo va 2ª del circuito, Moni 5ª, Paloma 14ª, Galindo 12º y el equipo va 5º de un total de casi 500 equipos inscritos. Esto aún puede cambiar bastante en las siguientes carreras, pero de momento ya vamos dando la nota. Enhorabuena chicos!!!!

La leche! Vaya ladrillo que os he metido. Esto no se lo va a leer ni el tato, pero bueno…

Este domingo 7 de Agosto, corremos en el Puerto del Pico (Ávila), espero que el que escriba la crónica sea más benevolente :O)

Muso

martes, 2 de agosto de 2011

XXVI GALARLEIZ MENDI MARATOIA



El pasado Domingo 17 de Julio el equipo de carreras se dividió en dos y unos se fueron a hacer el Maratón de Galarleiz (Burgos-Vizcaya) y otros a La Olla de Nuria (Gerona).

Cómo estamos en época de vacaciones, todo va un poco más despacio y las crónicas nos llegan más tarde.

Aquí os dejo los comentarios de nuestro compañero, César Cuesta que junto con David López (¡Dos grandes del club!) se armaron de valor y se fueron para Las Encartaciones a correr uno de los maratones de montaña más antiguos de nuestra querida piel de toro:

“Un fin de semana completo. El sábado por Las Playas de Mundaka con la family, hartándonos de baños y castillos de arena. El domingo siempre estará en mi recuerdo.

Lo primero de todo agradecer publicamente a Pedro Galarza, el alma mater de la carrera su hospitalidad y calidad humana. Una de esas personas que con el trato de solo unos días, te ófrece lo mejor. ¡un crack¡

La organización de la carrera impecable. No debe ser nada fácil maridar BTT, marchadores y corredores en una prueba de 42 km, por un recorrido lineal y tan espectacular. La carrera discurre por verdes montes, de poca altura, pero que ofrecen unas vistas formidables de los valles. Toda el recorrido es un contínuo sube y baja, pasando por cimas, aristas, altiplanos, bosques.... Mención especial lo tiene el prado Martintxu (visible desde el prado dónde acampamos), una subida dónde se va a cuatro patas, recordando los corredores de la alta montaña, aquí suben un montón de banderas de clubes, de las CCAA.... Otro atractivo es ver las BTT subiendo/bajando unas rampas vertiginosas y la gran cantidad de andarines que participan.
En fin una carrera dónde todos disfrutamos de lo lindo, llena de aventura y de condiciones climatológicas duras, sobre todo por las rachas de viento que barrían las cumbres, poniendo en compromiso muchas veces nuestra estabilidad. Lo de menos para mí, el crono: 4:59 (de hecho llevo casi un año sin reloj) lo mejor la compañía del amigo David y la oportunidad de haber pasado un finde con mi famili que no olvidaremos fácilmente.

Este maratón para los amantes de la montaña es único.

Por cierto en el podium, la CAMadrid por lo alto: Mª Luisa Gª la 1ª en mujeres y Chinoto un 4º puesto...”

Bueno, bueno... todos los que van a esta carrera vuelven encantados, habrá que ir para allá algún año. Si la carrera de César estuvo muy bien, David tampoco fue cojo. 5:26 es un tiempazo.



¡ENHORABUENA A LOS DOS!

El próximo capítulo: La Olla de Nuria