viernes, 5 de agosto de 2011

V OLLA DE NURIA

El passat diumenge dia 17 de juliol es va disputar la cinquena edició de l'Olla de Núria...

¡Uy perdón! Es que no veas como te influye un fin de semana en Gerona.

Pues eso, que estuvimos en el Valle de Nuria corriendo una carrerita de las que dejan huella. No era excesivamente larga (21,5 km) pero el desnivel (casi 2000m positivos) y la altura a la que se corría (el 75% de la carrera discurre a más de 2700m de altitud) la endurecen bastante. Y por si eso fuera poco, hizo un viento huracanado en las cumbres, además de que se metió una tormenta y los que llegamos más rezagados nos mojamos bien.

Todo empezó el viernes sobre las 16h cuando dirijimos nuestros vehículos hacía la bonita cordillera de los Pirineos. Ocho horitas de camino nos esperaban. Tuvimos suerte porque a pesar de que era plena operación salida de la segunda quincena de Julio, no pillamos nada de atasco. Paramos a unos 150 km de nuestro destino (Ribes de Freser) para tomarnos un bocata en una gasolinera perdida de la mano de dios y que además estaba cerrando.

Llegamos al hotel pasadas las 12 de la noche. Allí nos esperaban dos jovenzuelas de unos 80 años para cerrar el hotel; súpermajas, súper atentas y súper entrañables, que nos trataron como si fueramos sus nietos.
A la mañana siguiente nadie puso el despertador, ¿nadie? Bueno, un irreductible galo (José Javier), salía a las 7:30am a seguir con su entrenamiento para el UTMB (Ultra Trail del Mont Blanc), junto con su hermano Iván. ¡Qué moral! Los demás nos fuimos desperezando poco a poco hasta que más o menos a las 11 nos sentabamos en la terraza del bar que estaba a 15m del hotel. Dimos buena cuenta de unos bocadillos y nos fuimos a dar una vueltecilla por un precioso pueblecito cercano, Pardines de nombre y muy bien conservado.
Después del paseito vuelta al bar/restaurante cercano al hotel para comer. Cómo no tenía televisión, salimos corriendo para ver a Samuel Sánchez llegar segundo a Luz Ardiden, pero sacando unos segunditos preciosos a los favoritos a ganar el Tour.

A todo esto, nos enteramos de que Galindo y Marisa habían reventado una rueda de la autocaravana y habían destrozado parte de los circuitos. Vamos que venían contentos, sin agua, sin aire acondicionado, sin cocina... Hicieron un apaño “Macgyver” con un chicle, cinta americana y los cordones de las zapatillas y llegaron sanos y salvos a nuestra vera.
Por nuestro lado, despues de una buena siesta, nos dimos un paseito por Ribes de Freser, nos reunimos con nuestros accidentados y fuimos a cenar al hotel. Allí nos juntamos los corredores con el equipo de apoyo, indispensable en estos viajes: Iván, Germán, Concha, nuestra animadora numero uno, con sus hijos Álvaro y Pablo; y Marisa otra de nuestros alientos que no tienen precio. Luego a acostarse prontito, que a la mañana siguiente había que coger el tren de cremallera a las 6:30 horas.

Domingo 17 de Julio, el día “d”, 6:15 salimos con los coches hacia Queralbs, población desde la que teníamos que cojer el tren que ponían a los corredores, mientras todos nos preguntabamos porque no saldría también desde Ribes que tiene estación. Cuando llegamos a Queralbs era imposible aparcar en el parking de la estación y dejamos el coche en la cuneta de la carretera, como tuvieron que hacer decenas de coches más.

A las 6:30, con puntualidad británica, salía el tren que no iba lleno, sino lo siguiente. Más de la mitad de los corredores fueron de pie durante los 30 minutos que dura el, por otro lado, precioso recorrido hasta el Valle de Núria.

Llegamos al Valle a través de un tunel que al otro lado tenía un pequeño paraiso. Un lago redeado de cumbres cercanas a los 3000 m, verde y florido con el imponente Santuario de la Virgen de Núria presidiendo el escenario. Allí en 1931 se redactó el primer estatuto de autonomía catalán. Ahora además tiene un complejo comercial, un hotel y una estación de esquí.
Nos bajamos todos del tren y nos dirigimos como borregos a la recogida de dorsales. Mogollón!! Somos 650 corredores. Pienso, vamonos a desayunar y luego venimos a por el dorsal (la carrera no empezaba hasta las 9), pero no sé porque extraña razón no lo hago. Ni yo ni el resto. Será el instinto de haz lo que haga la gente, no sé.

Al final son sólo unos minutos y ya estamos todos con los dorsales, los chips y con las ganas de hacer aguas menores y mayores propias de los nervios pre-competición. No veas como estaban los escasos servicios. Me sorprendo viendo el servicio con una cola de más de 15 chicos esperando para sentarse en la taza, porque los “meodromos” estaban libres. Pero es que el servicio de las chicas estaba vacío!!! ¿Qué pasa aquí? ¿Hemos cambiado los papeles? No. Es que quizás las chicas no lleguen ni al 10% de los corredores. Me recuerda una mente preclara (Jo, Galindo que avispao eres!)

Ahora llegaba el momento del “briefing” (charla previa a la carrera en la que informan de datos técnicos, meteorología, avituallamientos, etc.) Y no lo pongo así por capricho. Así lo ponían los de la organización por todos los lados. Lo que pasa es que se olvidaron de que esa palabra inglesa podría hacer suponer a los corredores de otros países que iban a entender algo. Lástima que sólo dieran la información en catalán, olvidándose de rumanos, italianos, franceses, españoles… ¡Pequeño fallo de la organización de una carrera internacional!

Bueno, nosotros nos instalamos en el bar que abrieron para el desayuno de los corredores, perfectamente atendido por dos “empanaos” de cuidado. Después de comer, beber, ca…r, mear… nos dirigimos hacia la zona de salida. Un poquito de calentamiento, una fotito de grupeta, las últimas meaditas, los últimos ánimos y deseos de suerte. Nos ponemos muy adelante y vemos a los galgos y galgas que calientan. Mireia Miró la gran favorita (luego ganaría la prueba) parece un avestruz con sus largas piernas y un plumas con el que está calentando. Miguel Caballero nos pasa por delante, con esa cinta en la cabeza que les ha puesto una conocida marca deportiva. La hermana de otro de los grandes favoritos, Ionut Zinca (qué también ganó la prueba) nos hace una foto a algunos del equipo en posturita.

Con un retraso de 15 minutos dan la salida. Nos hacen dar una vuelta alrededor del santuario, para estirar al grupo y que los primeros no se taponen en las primeras estrecheces del recorrido. Ellos no sé, pero los que vamos hacia la mitad del grupo nos tenemos que detener al paso por un puente. ¡No cabemos todos!

Comienza la primera ascensión. La más larga, la más dura, la que nos va a situar en la cuerda que rodea el valle. Ascendemos casi 1000m en 5km. Toma ya! Un Km vertical para empezar. Arriba nos espera la cruz que señala la cumbre del Puigmal (2.910m) y un pasillo de gente animando. No es Zegama, pero mola ver tanta gente animando, sobretodo porque están soportando un viento del carajo.

Yo he parado a hacer algunas fotos y me he quedado un poco retrasado de Mónica. Agustín ya ha pasado de mi ritmo “quitanieves” y por delante van Galindo, JJ, Pedro y Mariajo. Detrás veo a la pizpireta de Paloma a su ritmo y sonriendo mucho. Parece que se lo está pasando bien, pienso.

Cuando llego arriba el viento me ha castigado, me he puesto el corta idem y me he parado en el avituallamiento. Bebo un poco de sales y sigo p’adelante. Sube aquí, baja allá, sube otra vez, vuelve a bajar… y así todo el rato hasta el km 17 que comienza la bajada de verdad. Lo malo es que yo desde el km 12 o así ya iba con calambres en adductores, femorales, cejas, parpados, dedos de los pies y hasta en el poco pelo que tengo. No sé que me pasa pero tengo que parar cada dos por tres a estirar, pero no vale. No sé si será la altura o que me he pasado de rosca en la primera subida. No lo creo, pero es que no me había pasado esto nunca.

Sufriendo, azotado por rachas huracanadas, me dan ganas de tirar hacia la meta por el primer barranco que vea que baja al valle. Me aguanto y decido terminar como sea. Adelanto en las bajadas a los que luego me adelantan subiendo. Llego bastante tocado a la bajada y para colmo empieza a diluviar. Hosti, tú! El aire hace de las gotas alfileres que se clavan como agujas. Sigo bajando a ritmillo. Vaya, parece que aguanto. Hasta que el gemelo toma la palabra y me dice: basta ya, tío! ¿No te has enterado de que llevo avisándote un buen rato?

Pero como soy muy cabezón, el gemelo tiene que actuar para que sea realmente consciente. Pruebo con mi cuerpo la dureza del monte gerundense y me quedo tirado como un escarabajo sin poder estirar mi gemelo que está completamente contracturado. Pasa a mi lado San Corredor (no supe como se llamaba, ni lo volví a ver, si no, le doy un morreo en la meta) que me ayuda a estirar y empiezo a ver la luz. Decido hacer lo que me queda de bajada andando. El “latigazo” que me ha dado el gemelo ha sido importante y no quiero fastidiarlo más. ¡No mola nada acabar andando una carrera!

Pero cuando llego al último tramo de bajada, muy pino, por una pista de esquí… ¿Qué ven mis ojos? ¿Me persigue un cervatillo? ¿Una gacela saltarina? ¡No! Es Paloma, que llega con una sonrisa de oreja a oreja, con un trote saltarín y con una buena cara que me anima a acabar corriendo con ella y poder terminar de una manera un poco más decente.

En la meta, como siempre los ánimos de “JJ”, Agustín que se había torcido un tobillo pero acabó en buenos puestos, David Galindo que entró el 21º que para un campeonato de Cataluña está más que bien, Mª José 11ª (que entró junto a Pedro que se lo tomó con filosofía por sus lesiones), Mónica 14ª. Y allí llegábamos Paloma y yo, 4 horas más tarde de que dieran la salida.

Después de esto me pase 1 hora buscando las duchas. Nadie sabía decirme donde estaban. Cuando las encuentro, casi me da algo. Aquello era un cuartucho lleno de agua por el que salía hielo líquido de los grifos. Me lavo como puedo y me decido a volver a la zona de meta donde daban una salchicha a la parilla estupenda. Justo antes de ponerme a la cola para pillarla me cogen de las orejas todo el grupo y me arrastran hacia el tren. ¡Nos volvemos! Sino, tenemos que esperar una hora al siguiente. Mi gozo en un pozo. Casi ni me puedo duchar y me quedo sin comida. ¡Snif!

Volvemos en un tren más abarrotado que en la subida. A nuestra lado está Ionut Zinca (el ganador de la prueba, sufriendo el viaje de pié como todos los demás. Llegamos a Queralbs y salimos corriendo para Madrid, que aún nos queda mucho viaje por delante.

Buen balance, nos hemos reído, hemos visitado lugares preciosos, nadie se ha lesionado de gravedad y al final de la prueba Mariajo va 2ª del circuito, Moni 5ª, Paloma 14ª, Galindo 12º y el equipo va 5º de un total de casi 500 equipos inscritos. Esto aún puede cambiar bastante en las siguientes carreras, pero de momento ya vamos dando la nota. Enhorabuena chicos!!!!

La leche! Vaya ladrillo que os he metido. Esto no se lo va a leer ni el tato, pero bueno…

Este domingo 7 de Agosto, corremos en el Puerto del Pico (Ávila), espero que el que escriba la crónica sea más benevolente :O)

Muso

1 comentario:

  1. Muy buen "ladrillo", pero el ladrillo hay que darselo a los catalanes, por su diversidad para la lengua, manda huevos los amiguetes una carrera a nivel internacional, y que anden asi, menos mal que no fui, por que si no, les hago cambiar hasta los carteles, estas cosas me superan,felicidades a todos.

    Pedro Rosado

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