II SUBIDA A LA TONDA (Guadalajara)

Mientras muchos de mis compis de club se batían en la Carrera por relevos de la Cuerda del Hilo, en el Boalo, el domingo 8 de mayo me escapé a Tamajón (Guadalajara) para participar en la II Subida a la Tonda.

Es una prueba sencilla, pequeñita, con pocos corredores. La organizan con mimo y cariño algunos vecinos de Tamajón, con el apoyo de su Ayuntamiento y algunos patrocinadores. Se acompaña, además, una carrera corta para que los más pequeños puedan disfrutar tanto como lo hacemos los mayores. Una parte importante de la inscripción se destina a la ONG Allproducts solidario, que trabaja en favor de niños desfavorecidos de Nicaragua. Al finalizar la prueba, los organizadores obsequian a los participantes con una estupenda paella en la plaza del Ayuntamiento.

Llegamos a Tamajón, situado en la Sierra Negra de Guadalajara, tras hora y media larga de trayecto en coche, ciertos nervios por mi parte y algo de sueño atrasado. La zona estaba nublada, con amenaza de chubascos, ideal para correr por el monte. El terreno amaneció mojado por las lluvias de días anteriores, pero no llegaba a complicar “la cosa”.

La salida estaba situada junto a la iglesia parroquial. Una vuelta alrededor de las lagunas de esta localidad (unos 3 km con toboganes y algo de llano en terreno muy embarrado), dio paso a una subida preciosa y durilla de, aproximadamente, 3,5 km hasta las antenas televisivas situadas en la cima de La Tonda, con unas vistas espectaculares. La bajada era bastante rápida, sobre terreno con pizarra y piedra suelta, de alrededor de 4 km.

Intenté mantener un ritmo fuerte desde el comienzo y no descolgarme en el ascenso a las antenas, siempre a unos metros de la segunda mujer. La subida me resultó bastante llevadera en comparación con las palizas que me estoy metiendo últimamente por la sierra. Una vez arriba, con las patas en buen estado y las pulsaciones controladas, comencé una bajada bastante rápida en la que me sentí potente. El último kilómetro, más llanito, se me hizo algo pesado, como siempre.

Entré en meta en poco más de 50 minutos según mi reloj, tercera mujer y 22ª en la general, con muy buenas sensaciones a pesar del bocasangre. Es posible que nunca haya sufrido ni me haya esforzado tanto en una prueba, pero salí segura de poder hacerlo bien y las piernas no se vaciaron en ningún momento. Aunque estoy satisfecha con ese puesto, me quedo con las sensaciones experimentadas en mi tercera carrera por montaña, la seguridad que voy teniendo, la capacidad de sufrimiento y esfuerzo, el disfrute absoluto del entorno y la entrega al monte mientras corro. ¿Os he contado ya que es mi corona?

Belén